jueves, 29 de noviembre de 2012


DIARIOS
DE
HARINA

Por Saúl Coronado

26/06/08 1:20 a.m.


Los silentes bombardeos del calor previo. La bebida que se ausenta calle abajo esperando en una fría emboscada, un asalto a la razón. La bendita palabra que he esperado durante tanto tiempo y que durante tantos años se ha acumulado en el estómago provocando estertores y estreñimiento por aguantar y procurar ser aguantado.

El desbordamiento de las piezas que poco a poco caen como figurillas de porcelana que se reconstruyeron después de una vertiginosa destrucción en millones de fragmentos. El orden se asienta de manera parcial y deja un momento para darse un respiro. Como si todo fuera impecable, como si en realidad fuéramos eternos.

Todos tienen una vida que atender. No puedo decir lo mismo a cerca de mí. Es simple. Muchas veces me han llamado apático, indiferente. Otras tantas han dicho que soy depresivo, suicida. La verdad es que no hay nada más falso. Soy un ave paciente que observa cómo van a la iglesia y mienten, cómo van a la escuela y son despojados, cómo van al trabajo y mueren medianamente satisfechos a la vieja usanza: de manera lenta e inconsciente.

He vivido mucho tiempo aquí. Más de lo que cualquiera pudiera pensar.

El golpeteo de las teclas no me obsesionaba; en realidad nunca llamó mi atención. Es esta enferma necesidad la que me impulsa, es la verdadera musa. Es el íntegro deseo de permanecer levemente cuerdo o de plano perder la cabeza.

En un cuarto solitario donde la madrugada alumbra lo mismo que una luciérnaga el oscuro universo. Donde las horas se detienen y aplastan irremediablemente; insensatas hijas de puta. Donde la última vez que vi a una mujer estaba haciendo su tarea y atendiendo sus asuntos vanos y sinsentido. Donde la última vez que tuve un espejo, lo vi abrirse por la mitad por la acción de fuerzas ocultas que habitan más allá de nuestra imaginación.

Con el rostro tieso y esta barriga que se mofa de mi. Con la espalda seca y ojos que asoman algo de conciencia. Con un caos que sólo redime la verdad de una mente desordenada y vacía en busca de un poco de iluminación. La vida de un sujeto que aspira grandes bocanadas de aire para convertirlas en desperdicio inmediato. Algo que cualquiera puede hacer. El punto es qué se hace mientras la perra vida nos sonríe o nos patea la entrepierna.

Si esto fuera un diario, sería más que absurdo.

Los últimos dos meses, la rutina me ha convertido en un ser gris e inactivo, aún más de lo que lo era. Las tardes transcurren como si no pasara nada. Sé que la corbatas siguen lisas allá afuera, que el café siempre está caliente, que los charcos se secan y se vuelven a llenar, que los manicomios tienen siempre espacio para uno más, que él y ella tal vez estén juntos tomando martinis brindando por lo idiota que soy. Que hay un empleo que aguarda por mí como la horca por un condenado. Que la gente sigue sus vidas, pero con más fe, sigue su muerte.

La simpleza ha muerto. Dejó de vagar por estos rumbos hace mucho. Quisiera tener una historia qué contar pero creo que hasta el momento he malgastado gran parte de mi vida en una pendejada u otra. Tal vez debería haber tenido más peleas de bar al estilo Chinaski o auto exiliarme en Paris como Miller. Tal vez debería estar con una aguja metida en el talón como Burroughs o flotando entre realidades como Castaneda. Digo, nunca es tarde, pero es difícil cuando la lucha contra uno mismo. Esa batalla siempre está perdida. Aún así siendo el ganador, dime tú ¿quién pierde siempre?

27/06/08 02:44 a.m.


La verdad se esconde en cosas bien simples.

Las personas que quieres, unos tragos y la decisión de ir más allá. La familia se encoje ante tales expectativas. Te llamarán un loco idealista con aires grandeza. ¿Pero qué hay de malo en ello?

Somos una raza territorial y celosa. Animales que prohíben. Así como suena. Somos nuestros, de uno cuantos. ¿Pero que hay del deseo?

 Ella se derrite en ello mientras la flor de la asasnia se marchita- Y ella no me dice nada. Y yo no le digo nada.

Sólo me da un poco de vergüenza desistir tan fácilmente. Ser como mis padres, y sus padres. Y los abuelos de mis nietos. Decido ser moral e inmoral mientras baile y claudique, mientras hable y blasfeme.
Dame vacaciones y verás como acabo con tu universo y con tu ideología y te presento a la muerte para que te invite un trago y bailemos todos y forniquemos y perdamos la importancia. Prometo no cortarte la cabeza y sacarte el corazón con una botella de mucho filo. Ella cantará como una santa, sintiendo nuestro peso, sin estar involucrada.

¿Pensabas que este sería yo? ¿Encima de ti, sacando lo mejor de ti?

Los viejos se han ido hace mucho tiempo. Sólo espero que olviden quienes eran, para poder ser brillantes estrellas.

El humo se levanta como una mañana desesperada, son mis pulmones queriendo elevarnos, hermanos, a otra atmósfera, a otro lugar.

Hemos de abrazar el futuro como venga, pero no sin antes pelear y dejar nuestras huellas tatuadas en las constelaciones.

Y hay solo una forma de traicionarme. Bésala, bésalo y el demonio se hará pedazos.

Ella es intocable, mierda. Folla y ama con cualquiera. No cometas el error de rozarle el brazo. Porque las llamas de un tabaco esperan por ti, amarrado a una silla.

Y para todas aquellas que esperaron que fuera el redentor:

Soy el inútil del siglo, la decepción de la vida, el perdedor de la década. Tómenme como un tipo parcialmente duro. Me gusta la lluvia, y el tabaco y ver cómo la muerte toma por sorpresa a cualquiera, o toma a cientos y a miles naturalmente. Sádico perdedor;  un fotógrafo de retratos de palabras. La vida, esa frágil puta, esa reina acompañada de su hermana muerte, tan atractiva y seductora, tan complaciente y fácil.

El trago fluye, el humo se eleva. El cuerpo engorda, el alma se agota.

No tengo nada que decirte, no soy nadie para perdonarte. Soy un pecador más bajo el sol. Ardería en el infierno, siempre y cuando dios me invitara a sus vacaciones.

Estoy atrapado en el resplandor. Algunos amigos míos sabrán de qué hablo pero no hablo de ti, cobarde adaptado que pisa letras para no perder registro.

¿Aun crees en la realidad? si no lo puedes hacer pregúntate que haces respirando… ese es el punto… estás muerto, y estás vivo.

¡MIRA A TU ALREDEDOR!

TE VOY A DECIR UN SECRETO.

Una sospecha se levanta rugiendo en la noche. Se amansa cual niebla soltando una nube vieja, verde. Todos esperan por mañana. Hay himnos confusos de esperanza. Hay que aguantar y dejar el cazar por sobrevivir. Me siento albergado y abandonado. Ellos piensan en la ciudad o el universo pero yo necesito dinero. ¿A caso alguien pagará por esto?

Necesito un tostón para más cerveza. Necesito otro tostón para más hierba. Necesito cincuenta centavos para sacarme este aturdimiento. Necesito valor para pagar por no bailar en este baile de mierda.


Déjame morir con esta voz horrible. Expulsa de mi cuerpo tu recuerdo. Bórrame, vuela en mi, déjame morir, así.

Confúndeme en verdades, en un talento abrupto. Oh si, mi realidad.

Sé  inmortal en mis pulmones, sé mi alma contaminante, que no fue nada, nunca fui algo…

29/06/08 1:37 a.m.


Hoy hubo un concierto de rock. Lo hicieron tipos casi obsoletos. Y no somos ni tan malos ni tan distantes.

Si hay que mentir, dime la mentira a mí. Quítate de encima el lastre. Miénteme a mí que siempre creeré. Salvaje amigo que me haces menos para ser más tú. Miénteme a mí, a ver si puedes.

Una sierra parte la cabeza de un servidor mientras ve las cosas de cera. SI, soy un monstruo, de manera natural, ¿De qué canción es eso?

Deja volar a tu amigo muerto que cabalga sobre un dragón con acné. Salúdalo desde lejos. Porque el no sabe lo que puede mostrar. Está aburrido como tú pero haría exactamente lo mismo que tú haces. Pobre del dragón que cabalga tu amigo…

Ellos terminaron y se fueron satisfechos a casa. Y a ti te ponen un teclado en frente. ¿Han hecho su lucha?  ¿Quién se siente más satisfecho?

El líquido espejo es redundante. Trata de reflejarte. Es muy absurdo escuchar el pasado. ¿Hay momentos, minutos, siquiera días en los que sientas que has hecho lo correcto? Mi perdedor favorito, mi promesa sin  cumplir.

Oh si, aquí vengo a verme al espejo. Si hubiera tenido el talento de ser bello, estas palabras no existirían. Amo mi horroroso rostro, con mis pústulas y granos, Mi faz roja. Mis remedios nucleares y el dolor, el ardor, todo por ser normal. Pero me conforto, dice Nietszche: “quítale a un jorobado la joroba y le quitarás los sesos”. Digo, no soy bello ni el mejor de los feos. Pero muchos me envidian, ¡JA! Esa mierda qué…

Busco cerrar memorablemente el día. De una manera, sucia y entonada. Fuera de la tierra, dentro del cielo.

Dulce ángel de sinceridad. Ya no eres nada pasando la frontera pero aquí te coreamos y te cantamos… y te extrañamos.

02/07/08 03:03 a.m.


Y das la vuelta. Y despiertas con la garganta hecha pedazos. ¿Qué hiciste?

¿Qué pasó ayer?
¿Y el hospital?
¿Y la sangre?
¿Supiste que te golpearon casi hasta matarte?

SI.

Lamí  mi propia sangre. Sabía a tequila. Recuerdo un par de sujetos vueltos fieras. Apuntándome como si fuera el Jesucristo. ¡Ese, es el hijo de Dios! Nunca aciertan.

La bebida no está mal, el rocanrol no está mal, el mundo no está mal…. Según esto, SOY YO el que está mal.

Si lanzas una bengala y esperas a ver su brillo. Si pones una coma de más y esperas su pausa. Si esperas aplausos y un avión. Eres parte de. ¿Pero de qué forma?

Quiero tocar mi guitarra y gritar un tanto de poesía. Y quiero su dinero pero no su admiración. Quiero ese TOSTÓN. Más chela, jamón, salchichas, pan, leche, verduras y una que otra buena comida. No necesito pasaje. No tengo a dónde ir. Manténganme parado ante este teclado y les doy mis letras, mi música, mi cuerpo, mi alma. No mi alma no. Mi alma está aquí.

Esta es mi historia en alemán.

Venimos aquí sin nombre. Venimos aquí sin voz y crecemos y nos adaptamos. Pero cuando niños luchamos, los retamos. Y ellos se desesperaban, no comprendían. Se mofaban de nuestra inocencia y nosotros nos reíamos de su cuadradéz. Una carne azada y unas cervezas y un ron y todo aquello. Una pelota para los niños, una prima antojable un animal extraño en el jardín. ¿Qué pasa cuando los niños crecen y se beben tu licor y los reprimes y los conduces y ya eres demasiado viejo? Vienes a lamentarte y a rememorar tu esplendor. Tú que no hiciste nada. Tú que vienes a decirme que hacer a mi.

Sabe muy bien ver tu cara en el espejo y notar que no eres perfecto.

Él diría.: “¿qué es perfecto?, eso es subjetivo”. Pero ÉL no ha sentido el dolor del desprecio. El asco hacia uno mismo. Cual piedra pulida y con el dolor que eso implica a la piedra., me estoy viendo un poco mejor para este show. Y se siente bien, pero duele.

Y ahí vienen a atacar las hormigas con corbata. El redoble marca el paso. La verdad. ¿La verdad?. Un grito en el cielo, una luz heroína. Gasolina. Explosiva, La mente ociosa siempre dictará palabras de copia espontánea. Quisieras que hablara de mis mujeres o de mis padres., pero ellos sólo han sido una pérdida de tiempo. Un montón de peleas innecesarias. Una escuela, cual primaria. La manutención, el amor, la traición. Todos buscamos una familia lejos de la que nos gestó. Huimos como ratones y encajamos o nos vamos, buscando un mejor queso. Un queso trascendental.

Sí, me odias porque me amas, me amas por que me odias. Y así se escurren los sentimientos. Un coro milenario se cuela en el audio de un concierto donde toca Dios y Satán y pincha Krishna. Uno pedo, el otro pacheco y el último en ácido. Y bailamos a su ritmo. Conocemos la estúpida política de la redención y el presente. Sabemos de la corrupción de los sentidos y la renta de los ideales. Nos clavamos al sonido de una misma voz cavando nuestras tumbas al paso de nuestros grandes bailes. Y lo gozamos y lo vivimos y lo sufrimos y lo volvemos a gozar.

¿Cuál es el error?

¿Bailar al ritmo que te toquen?

La orquesta no es para bailarse, el orquestador es el universo, nuestra podrida ciudad, nuestro pequeño cielo, LA CIUDAD DE MÉXICO.

Y el gurú huye en un Volkswagen hacia el norte. NO resistió la prédica que recomendó. Valiente se lanza a la nada.

Ya sé que libro regalarle. Le diré que le preguntes al polvo.

 Olvida esas cosas que se acaban con la interrupción.

Llegó la policía y a pasar la noche en la cárcel.

04/07/08 2:18 a.m.


Y lo que en un principio era placentero, se ha convertido en un dolor de entrañas sin razón aparente. Bueno, no es tan difícil de descifrar…

 El exceso de búsqueda de satisfacción siempre nos conducirá a senderos escabrosos donde muchas veces no hay retorno. La médula helada y erguida durante segundos infinitos se rompe al no hallar la sustancia que antes era ley. Siniestros rostros abordan la razón de la conciencia que vaga perdida en un mundo oscuro y cristalino.

Las caminatas nocturnas solían funcionar hasta que la conocí y todo se vino abajo.

Ahora tengo que velarle el sueño esperando un poco más que un “buenas noches” y un beso.

 Quisiera entregarle mi desesperación y mis sueños, mi angustia y mis deseos, mi estupidez y mi grandeza, pero ella vive en otro mundo muy distante al mío.

No se si sea la gotera lo que los despierta, o las teclas muertas que permanecen así durante todo el día y deciden salir a bailar por la noche y consumir algo de éxtasis para aderezar la experiencia. De cualquier forma temen reclamar. Nadie quiere lidiar con un tipo que no sale de su cuarto en todo el día y tiene la necesidad compulsiva de escribir por las noches. Yo no lo haría…

Si un ángel baja y me entrega una carta anunciando una invitación al más allá, es probable que la acepte, o que le arranque las alas, o que lo corrompa dándole cerveza y mariguana. Su entero ser sacudiéndose al ritmo de una melodía nunca antes grabada, su cerebro derritiéndose al beat de música que no necesita ser inventada.

Hay papel pegado a mis dedos que no permite disimular mi situación. Cada vez más encerrado en la prisión que este cuerpo. Debería convertirlo en un hermoso vehículo. El auto abuso es la llave, es el gozo, es la sensación del dolor provocando una maliciosa sonrisa.

07/07/08 3:57 a.m.


Ayudar a mi padre no está mal. Un mensajero que recorre a diario las roídas calles de esta su majestad la Babilonia. Él es un tipo amable que encaja en el mundo por su educación y sus maldiciones cuando son necesarias.

Se adelanta con paso seguro y atraviesa la puerta de giratoria y dice: “Buenos días señorita Liliana, vengo a ver a Fulano Letal” Y ella con una sonrisa le pide una identificación para poder dale acceso. Y es aquí donde empieza el baile de la corporativa, con sus hombres corporativos, sus zapatos corporativos, brillando sobre el suelo corporativo de su enorme edificio corporativo que está postrado en una zona exclusiva corporativa con horarios corporativos y tacones corporativos y culos firmes de mujeres corporativas que fuman sus cigarros corporativos en las zonas de fumar corporativas mientras charlan con sus compañeros corporativos que huelen a loción corporativa y atienden sus celulares corporativos para saber que pasa en otras corporativas que albergan trajes sastre corporativos postrados en voluminosas mujeres corporativas que abren sus apestosas bocas corporativas para gritarle un sujeto corporativo que su café no está corporativamente preparado. El ascensor corporativo llega para elevar las mentes corporativas hasta sus sitios corporativos. Al entrar, un corporativo “Buenos días”, al salir, un corporativo “Que tenga buena tarde”.

Es un hecho curioso, pero cierto. Yo estuve ahí.

10/07/08 1:59 a.m.


Es difícil quitarse lastres que absorben del pasado, viven de él, se alimentan y se retuercen del dolor que provoca. Adoran a aquél que fuiste o pretendiste ser y fingen que no han pasado los años. Te desprecian y te desean. Alguien debería inventar una cura para las costras, que no sea arrancarlas o esperar a que se desprendan.

Sus dientes de neón se perfilan entre los frenéticos sonidos de un teclado que fue desechado hace más de 20 años. La arena se escurre entre sus manos mientras el arroja un vaso vacío al mar diciendo “Esta es mi aportación a la humanidad”. El otro le dice  “Eres un pinche cochino”. Y responde “He dicho, no pienso discutir”. Debes sacarlo de tu sistema antes de que vaya a parar a tu estómago.

Si tratas a otro ser humano como basura lo mantendrás a la expectativa, pensando en qué ha hecho mal, desandando sus pasos, pensando en qué momento te ha traicionado, midiendo sus palabras, descifrando tus deseos y dándote gusto. Hazle saber que no vale nada su vida o su esfuerzo, su perspectiva y sus deseos. Verás cómo se pulveriza en cuestión de minutos y se convierte en alguien desconocido. Más básico, menos quisquilloso.

He visto y escuchado mentes brillantes arruinadas por el paso de los días y los soles sin compasión. Con las uñas largas y una maraña de cabello que sirve como alfombra particular para sus pies.

He compartido habitaciones con gente que debería de tener  un poco de miseria para que de sus bocas salgan tres palabras medianamente sabias que no sean “gracias” y “por favor”.

Nunca debí haberla dejado ir. Ella era una escuela abierta las 24 horas.

Una noche llamó ebria, era de madrugada. Me molestó su voz intoxicada de alcohol diciendo “te amo”. En ese momento la rechacé para siempre. Ahora es demasiado tarde.

Fulminada como una fiesta de luces artificiales cambió de cielos.

Derrumbó la idea de una rosa fresca y la transformó en un gimnasio de ego donde pudiera ejercitarse para enfrentarme y dejarme en ridículo. Lo logró.

Fue lindo mientras duró…

12/07/08 2:57 p.m.


La helada crema que cubre mi rostro gotea hasta el piso, drenando el mármol, dando de beber al sediento demonio que habita debajo de mi cuarto. Él se siente bien cuando escucha los golpes de mis pies bailando. Sale a dar un rondín mientras duermo y acaricia mi pelo.

Alguien estúpido diría que la asociación de palabras conduce a cosas inmediatas, pero ese alguien no es una persona muy… no vale la pena hablar de ella.

La divertida sodomía cancelada por monos aulladores que claman por la llegada de la bestia. La cercanía de la voz distorsionada que cavila en la montaña…

Siempre tendremos lluvia, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba.

Si la serpiente se postra en tu hombro y dicta unas cuántas palabras dulces, dale tus zapatos y lo que halla en tus bolsillos. Siempre obtendrás algo a cambio… Pero no esperes demasiado…

Las perlas se han ido en otra transacción. Pide algo interesante. Algo de destrucción total o un sueño eterno donde no se extravíe el espíritu y sea devorado por las inmensidades de lo desconocido.

Las cosas se pierden y se encuentran solas.

Si no encuentras un par de calcetines no te preocupes. Si no encuentras la forma de terminar con esto, no hay por que desesperar. Si la cordura se va desvaneciendo mientras estas letras toman posesión de tu ser entero, no hay por qué entrar en pánico… Deslízate. Cierra los ojos y deja que estás palabras tomen el rumbo. Suelta el timón. Escucha el sonido de la locura esparciéndose en el aire mientras ese gato negro se cruza frente a ti y sonríe. La luna se apaga porque se ha fundido un fusible, pero siempre hay una vela para iluminar el camino.


Un metro hacia delante, un metro hacia la derecha y los proyectores se encienden momentáneamente. De pronto el cuarto blanco se convierte en el interrogatorio mismo. Te acercas a la mesa y la cuestión es a quién interrogar. Tomas un cigarrillo y lo enciendes. Te observas en el cuarto de los mil espejos y hay algo más que se ha perdido. ¿Traías abrigo al entrar?

Los verdaderos artistas carecen de ojos, de percepción propia… ellos son el mundo mismo.

Un campeón en el podium con un síndrome de down difícil de ocultar ondea la bandera de su país. La gente está conmovida y aplauden como fieras amaestradas. Estudiado el tema, se suelta el llanto que conduce a una enferma felicidad. El oro colgando del centro de su pecho puede encontrar la mirada extraviada del público. Esta es la salida, el muestrario de puertas que conducen a otra puerta o al siguiente nivel.

El Apocalipsis en forma de sirenas lloviendo del catastrófico y hermoso cielo, que planta la semilla en la tierra al momento que aniquila soldados y niños que sólo querían bailar y ser alguien.

Si me preguntan mi opinión, lo importante no es conocer del todo bien la danza; unos cuantos buenos pasos bastan para entretener a esa hermosa mujer blanca que suelta las bombas desde sus pechos como racimos, como regalos, como juguetes nuevos que arrancan el desprecio de los menos congraciados. Basta con tener un poco de ritmo y bailar al son que uno mismo toca.

13/07/08 07:25 p.m.

A veces es difícil saber la hora, el día, el mes en que uno vive.

Uno observa la desgracia a través del reloj cucú.

Cómo se gasta la vida mientras haces algo que en realidad no es lo tuyo.

Los  propósitos se escuren dictando momentos como granos de arena.

La única demencia existente, es la cotidianeidad.

Vamos, toma un respiro, dedícate a reptar, husmea los tobillos de la gente, su timidez, su coherencia, sus miedos.

Abajo está el abismo caníbal que demuestra que la luz púrpura era solo una guía, una mordaza.

Ven a verme, necesito un nuevo reloj, un nuevo propósito, una sonrisa fingida, un abrazo sin regaño.

El movimiento del cuchillo nunca dejará de estar presente mientras la fantasía se torna a flor de piel.

Si la mentira nebulosa se postra encima de nuestras cabezas ¿Quién se hará responsable? A quién podemos culpar de la muerte si es ella la que nos aborda segundo a segundo. Nadie provoca sus movimientos sigilosos. Nadie la tienta. La buscamos pero nunca esperamos su toque a la vuelta de la esquina, es por eso que es un misterio, una tragedia ¿quién es el responsable? Muchas veces lo es el estado, la religión, el fanatismo, un fantasma… ponle el nombre que quieras… nadie la define.

Ella tomó su auto y se fue como un bólido hacia el centro; me abandonó en una estación del metro mientras goteaba la melancolía de no saber a dónde ir. ¿Venir a casa? Este nunca ha sido mi hogar, pertenezco a otra tierra, tal vez a otro planeta. Yo duermo ahí donde tus sueños se vuelven incontrolables y temerosos. Donde encuentras el límite y el miedo, donde la confusión se torna realidad, donde la realidad se torna sueño. Este no es mi hogar, así que ten cuidado con lo que sueñas. No me gusta que me despierten a menudo.

Las moscas vuelan, los niños juegan afuera. La lluvia ha cedido un espacio al pavimento, a la ropa para que se seque. Virtualmente sigo siendo un cadáver. Vivo tiempos extras pero trato de encontrar un poco de comodidad.

Espero que  no haga esa llamada telefónica y pueda permanecer en este cofre sellado con esta máquina que me permite seguir escribiendo.

14/07/08 12:02 p.m.


Alguien que me conozca nunca entenderá lo que digo. Por eso busco mi presencia en la mirada de los desconocidos.  Control, control, control.

Al revés. Debes ver el mundo al revés… olvida lo que has aprendido. Voltea a las montañas y nada en el cielo. Soporta el silencio, disfruta el silencio. Las pausas largas son sólo eso. Has con los demás lo que no quisieras que hicieran contigo. Sólo así conocerás el sufrimiento. Pásate de lanza para que el futuro te alcance y te haga cagada. De cualquier forma, lo bailado, ya NADIE te lo quita.

ESTA LOCA ANSIEDAD, ESTA ANCIOSA LOCURA, ESTA ESPERA, ESTA COSA QUE NO ME DEJA SEGUIR COMO QUISIERA. ESE GOZO QUE VIENE DE ULTRATUMBA.

Estoy cansado de toda esta mierda, de toda esta gente programada y sintetizada. Tal vez debería tomar un descanso. Hasta el salmón deja de nadar unos cuántos segundos entregándose a la muerte, a las fauces, a la corriente que lo conduce. Abre la puerta. “que dice mi mamá que si no le regalas una línea de azúcar”.

Se tumba la arena sobre el cuerpo, el cielo sonríe y miente, no es tan bonito como esperábamos. Siempre debes llevar una sombrilla para evitar los hoteles y los malos ratos. Todo el tiempo.

Ella duerme con la puerta cerrada, él escapó hacia la nada. ¿Qué podemos hacer por ellos?

Tirados en la calle, tomando el sol, esperando que cambie la situación. Si el dólar cae, yo no caigo.

El filo en la mano y la esperanza tatuada en la frente como un pequeño niño soldado que cabalga su caballo de palo de escoba; así me enfrento al infinito y al ahora, haciendo de la crisis mi estilo de vida, haciendo de la catarsis la cuestión.

 ¡Oh si mi amor! ¡Vamos a acabar con este mundo, saquemos a pasear un par de cadáveres a este campo de guerra!

Algunos bebemos y filosofamos mientras la madrugada nos hace viejos y la garganta se agota y late como un racimo de uvas vivo.

 Ella se planta en la puerta a exponer su mundo y nadie entiende lo que dice porque nadie quiere escuchar su sonrisa improvisada y temerosa mientras  camina a lo largo del pasillo lamentándose de la asquerosa vida que le ha dado el desierto que deslumbrante le dio a luz cuando una estrella roja y amarilla cayó a la tierra para cimbrar nuestros sueños enfermos.

Esa imaginación que raya las líneas y observa lo no contemplable, el cenicero lleno de colillas y muerte lenta, la redención y el no perdón.

Una nación hambrienta de cambio siempre se conformará con las sobras del buffet de los poderosos. Mientras sus niños corren en pastos verdes cuidados por tu tío, nuestros niños esperan la luz roja para comer una moneda. Y eso es tan falso como que yo estoy en medio y detesto a ambos, por mierdas, ladinos e hipócritas. Los compadezco, yo que estoy hundido hasta la nuca. Esos niños no son míos, que la sociedad se haga cargo de su abominación… tampoco pido que abran mi reja, hace mucho que la devoré.

Pinche vida que a mordiscos me acabas y que te regocijas viéndome. Pinche vida que eres todo lo que tengo por miedo a tener más. Pinche vida que dejo embarrada en las teclas con los codos apoyados en las rodillas. Pinche vida que te vas como el tren viene y las olas del mar que se van.

Pero yo venía a contar la historia de un niño de grandes ojos que casaba mariposas con un vaso de crema vacío. Al tocar el fondo, sus alas se pegaban y morían ahí, como tocando el paraíso, como si su fin hubiera sido ese.

-          Mamá ¿por qué se mueren?

No recuerdo la respuesta, a ella sólo le importaba mi sonrisa.

Ellos me detestan y no tiene respeto porque me gusta ver el cielo buscando brillos que no son estrellas. Triángulos de complot que buscan sobajar mi identidad. Nadie es lo que piensa. El detalle está en que yo soy lo que pienso.

¡Me persiguen! ¡El gobierno quiere mi cabeza! ¡La ciencia quiere mi cerebro! ¡Mi familia quiere mi presencia! ¡Ella quiere mi corazón!

¿Quién eres tú para señalarme con marihuana en mis dedos y mi conciencia pendiendo de mi hombro derecho? Si el fuego me escurre de la nariz y la mentira se regocija en mi estómago aniquilando la anestesia.

La mina de oro brilla ante la luna de la ignorancia rodeada de los cráneos que buscaban la riqueza en su esplendor. Dando saltos de agonía como ojos vigilantes y hematomas privados por una noche de exceso.

Dame el suspiro del fin del mundo. El Apocalipsis cimbrado en la banqueta y en los jardines y en las defensas de los coches. Una lluvia de agua bendita que salpique la mierda a nuestros talones mientras damos vueltas en círculos. Cualquier día es bueno para morir pero qué mejor que nadar para salvar tu vida mientras los cines se inundan y las oficinas se colapsan y las iglesias arden en llamas.

Dame un solo día para poder ver eso. Ver cómo todo se lo carga la chingada y ver como nuestros problemas son un juego de niños mientras nos absorbe el cosmos que pasado de copas destroza todo lo que hay a su paso

No puedo evitar sentirme mal. Solo quisiera que se dejaran de hacer daño. Que mi humor cambiara esta madrugada y que mañana todos sonriéramos hipócritamente apuntando nuestras cabezas entre sí con una banana 9 milímetros.

Hay que volar este cuarto en pedazos, provocar una tormenta de arena que te desaparezca, para siempre…

19/07/08 3:37 a.m.


Suspira una caricia mientras me miras.

Me imaginas tumbado en tu colchón ansiándote como un desconocido cualquiera.

Ya me diste la clave y el ritmo pero no me atrevo a  preguntarte tu nombre. Seguro es muerte. Pero tus pequeños pechos me llaman a pecar. Tus cajas artificialmente construidas me dicen que podemos ser felices y que podemos engañarnos unas horas para recordarnos toda la vida.

Mientras las alas del cuarto oscuras y redundantes hablan de cómo lo hacemos, dentro de nosotros estaremos preguntando nuestros nombres.

¿Por qué la timidez? ¿Por qué el recato? si nos conocemos de toda la vida. Los solitarios nos repetimos cual patrón… es la gente la que no entiende la situación.

Tus tacones y tu dulce costura rosa invitándome un pastel infantil que se traga cualquiera; hemos de esperar la confusión y el pastel que se traga a cualquiera.

Llámame el día que sea para hablar de cómo nos sentimos respecto a la vida; de cómo nos ha tratado este desertor que nos ha descuidado después de traernos al desierto a buscar plantas y semillas. Veamos como Saturno desciende mientras cuestionamos al hijo de dios crucificado por su propia causa y convicción. Veamos como se hunde la iglesia sostenida en sus fracasos y andamios por donde habita el verdadero espíritu. No olvide dejar su diezmo.

El campanario retumba dando la hora exacta de Roma, de occidente. Aquí siempre es una hora distinta pero todos se arrodillan cual si supieran la verdad. Para mí ya no hay tiempo, por eso siempre salgo ganando. Lamento que todo sea tan corto. La vida es solo un rato… vamos por una cerveza y luego meditamos.

Los perros de la noche andan sueltos inspirando alientos pasivos y violentos, donde la enfermedad se contagia y se esparce cual popularidad. Los sonidos de la cabeza de un seudo genio recorren las azoteas sondando el espacio breve, los planetas no tan lejanos.

Y tú allá, muerta, navegando sin mí. No podré acompañarte a donde vas, a menos que dejemos de seguirnos ¿lo sabes?

Esto se empieza a tornar aburrido. Como ver a un dios tocando el arpa y que sólo sabe una canción. Abusamos de las palabras como si fuera mercancía y no medimos el impacto de nuestra voz y el efecto que produce en los demás… ¿es justo? Qué importa…

La verdad creo que la única justicia es la muerte. Nos empareja, nos limpia, nos purifica y nos deja libres de nuevo. Listos para ser sometidos de vuelta. ¿Quién lo sabe? ¿Lo sabes tú? Yo no lo sé…


…Carajo, él se esfuerza demasiado para transportarnos…

Hubiera de quedarse callado.

¿Quien le enseña a un niño lo que es el rocanrol?

Tierno, medio despierto.

Benito Juárez es un héroe. El ADN contiene los genes. 2+2 son 4 y la física dice que la gravedad dice que todos los pesos dicen que caen.

¿Quien le enseña a un niño que es el rocanrol?

¿SEREMOS elegidos? ¿SEREMOS accidentes? ¿SEREMOS aferrados? ¿SEREMOS encarcelados?

Huí, dame un trago de cerveza, tibia, al estilo Beatnik… sigamos charlando.

A veces siento la responsabilidad colgando de mi espalda, como una espada muy pesada que implica el tener que cumplir. La reliquia que dejó tu padre muerto.

La verdad es que no es que no quiera hacerlo.

Este sistema nos compra gramo a gramo. Pretendo que mis noventa kilos de vida le pertenezcan a nadie… a nada… déjenme morir gordo, ebrio y feliz… al menos 5 minutos.

Me gustaría que alguien leyera mis palabras. Alguien por falso y barato que sea. Por reales y baratos que sean.

Se ha desatado la guerra, de mis rodillas al piso, del piso a mis rodillas. Si esto fuera un ajedrez, se volvería algo religioso. ¿A caso he de volverme tan viejo como él como para sonar a algo parecido?

Estoy harto del sexo y de sus implicaciones. Nadie habla de la media luna. Nadie seduce. Todos beben y bajan sus pantalones. Follan y sonríen sistemáticamente. Qué acto…. Para mí ya no funciona…. Me sobresaltan los abrazos de extraños. Me incomodan los besos de labios que no conozco. Escucha la promesa que ÉL te hizo mientras yo voy recordando.

Prontamente todo cambia.

Un nuevo día florece.

Lleno de dicha y tragedia.

Plagado de lo mismo y algo más.

23/07/08 2:07 a.m.


¿Por qué habría de pedirle perdón a las estrellas si se agotarán y morirán apagadas por el escupitajo de misiles enviados desde este cuarto? ¿Por qué debería pensar en ser considerado con dios o con el mendigo, si son ellos los que me tienen en la situación de estar en medio?

Esto se mueve lento y parece ser la única forma.

Tal vez sea una excusa para montar en cólera y quejarse hasta de que no haya quejas.

Cuando las cosas se estancan y muestran su pálido brillo, me da gusto ser un mierda, principalmente con la gente que conozco. Sé que ellos agacharán la cabeza o se comportarán con apatía. Son mis indicadores, mis velocímetros; mi forma de darme cuenta hasta dónde estoy llegando. Por lo regular me mantengo cerca del límite.

El viernes usé una camisa y agua de colonia y salí a un restaurante de solteronas donde sonrisas llenas de perlas amarillentas, producto de la nicotina, sonríen buscando machos. Sementales que den un buen rato a su interior. Inmediatamente fui a la barra y me empujé dos rones con coca, una cerveza y un whisky. Del otro lado estaba la calle que me esperaba amenazante para abrocharme a su pecho. El humo se acumuló y me aburrí de la situación, así que decidí dejar de imaginar cosas. Comí las sobras de una mesa y me largué. Salí disparado hacia la noche como un loco sin cura que aborda el interior de un cañón sin un casco puesto.

La sangre y el control del cinismo puro de la verdad que habita en los huesos y se alimenta del pensamiento que va camino a hacer lo correcto. Como una ola que tropieza con la marea mientras transporta al náufrago que no sabe cómo salir a flote. Él es el mensaje dentro de la botella. Él es el capitán del barco que se hundió. Él es el pirata y colonizador que aplastó a quien solías ser. Si quieres creerme… si no, has lo que quieras…

Muchas veces este oficio se vuelve difícil. Es duro. Antes añoraba este horario en lugar de mi medio tiempo de 6 de la mañana a 1 de la tarde. Increíble que sea yo quien dice esto. Las madrugadas se esparcen como cenizas en la garganta provocando dolor púrpura de células cambiantes.

¿Qué hace un hombre que posee al tiempo y no el tiempo a él?

 Por lo regular camina con pasos cortos por el pasillo de un manicomio que los otros no ven. Sus cuidadosos traspiés no llaman la atención. La ternura y violencia de su perdida cordura vaga como gas letal en la antesala de la muerte. Pero el sólo grita dentro de si: “Sigue, sigue, se tú, sigue…”

Y allá va a jugar sus cartas en una mesa cuyos contrincantes son sólo fantasmas, sus mejores amigos. Fuman hasta entrada la noche hasta que renace de entre la catástrofe el as de espadas que le devuelve la fe a su mirada. Y chilla de felicidad. Voltea la mesa y estrella botellas contra la pared. Enciende las cortinas y dispara a las cabezas huecas de sus compañeros. Las balas no manchan, ellos sonríen y beben de las botellas que no han sido destrozadas. Encuentra el mazo que esconde para ocasiones como ésta y pedazo a pedazo tumba las paredes para que a todos les de una baño de luna. Su mirada perdida localiza su auto y se abalanza contra él. Tendrá que regresar caminando.

La historia de la noche es tan larga que nadie la conoce del todo.

 Un día nació y empezó la batalla. Sin embargo nadie creyó que fuera tan constante, tan sangrienta, tan necesaria. A esta tierra venimos a sufrir por estaciones. El clima cambia el júbilo en los corazones de la humanidad mientras transistores manejan la mente y el alma de nuestros niños, de nuestros padres, de nosotros mismos. La insatisfacción perdurará hasta el último amanecer que se presencie sobre este manto azul donde la vida es el misterio y el enigma es para qué seguir aquí.

Los jueces se abalanzan como los jinetes del Apocalipsis reinventando las míticas y sanguinarias guerras. El se posa en el trono de la inconsistencia y la reunión se da antes de que todos juntos partan hacia el horizonte de más de 60 millones de años. Locuras llevadas a cero dentro de la mente de un excavador lúgubre y sonriente. Los soldados se arrastran en el gozo de los colores provocados por el soma que administra la palpitante multitud que levanta su propio cadáver para llevarlo a cuestas. La esperanza nos ha alcanzado, ahora caminamos hombro con hombro y compartimos la comida, como si fuera necesaria ahora.

Nunca más nuestros pasos serán a dispar. Nunca más nuestra música será disonante. Nunca más nuestro dios será despiadado. Nadie llora aquí, porque nadie sufre de despojo. No más compasión ni ira que nos galope. La lluvia pringa de vez en cuando, los mares se han ido para siempre. Al fin estamos muertos.

02/08/08


Usted, señorita, no debería estar leyendo mi poesía. No merece esta piltrafa, esta menudencia de ser humano.

 La escribí mientras me columpiaba con niños de tres años. Sus padres me miraban extrañados. Llamaron a la policía, y llegó casi en el acto. Un moreno de cien kilos me dijo “buenas tardes”. Yo bailaba funk mientras alcanzaba las alturas; caracoles con Fibonacci en la espalda sonreían mientras me elevaba en la espiral. Así como suena, así fue. También trepé al sube y baja, con mi vieja amiga la muerte.

Si mi garganta sustentara lo que digo, estaría más muerta que ahora. Tanto alquitrán, y humo y mentiras y  promesas… seca, cual desierto, cual ciudad después de la bomba nuclear; cual cadáver estaría. Pero creo que aun sustenta a mi lengua y sus deseos, y sabe lidiar con eso de cantar y gritar para gustarle a los demás. No me es tan necesaria. Siempre se puede ser escritor. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Cuando uno empieza, las cosas no fluyen tan bien. Pero luego los dedos se vuelven ágiles.

Estoy a tiempo. Aún conservo la sangre envenenada de los poetas malditos. Hay que aprovecharla antes de que se disuelva entre la confusión del papel y la transparencia del poder.

Oh, esa niña. Casi fue mía. Ahora quiere verme por encima del hombro. Como si fuera un imbécil. Ella se ve mejor que antes. Es la ninfa que en aquel momento no fue. Y me llama, me acaricia cuando me saluda y al despedirse. Y yo veo sus caderas pero su uniforme se ha ido. Ha empezado “a pensar por sí misma”. Pero me sigue deseando. Yo he empeorado. No soy ese joven Dionisio que la enamoró. Pero soy el tío que la encierra en un cuarto y le enseña como ser una mujercita. Nuevamente. Se despide, en mis labios. Yo me quedo en sus brazos.

La caja de Pandora espera en el jardín endemoniada por el fraude al que fue sometida. Los avestruces la observan y la entierran mientras el sol quema a los hombres de corbata que salen diario a gastar su tiempo aspirando a procrear en esta mierda de ciudad.

Quiero morir tocando el arpa mientras todo se incendia. Como ese tipo griego del que no me acuerdo. Conocer a mi creador… y cuestionarlo, y patearle la quijada y quitarle lo aburrido y sacarle una sonrisa… una vez en la vida.

Es el momento.
Es la hora
Es ahora
Es la hora
Sentir miedo está de más
Cuestionar, decir
Aburrirse
Y volverlo a hacer
Esta noche
Al medio día
Y sentirse aburrido
Otra vez
Y respirar

Dame un poco de ahora… dame un cachito ahora, de lo que tengo miedo de perder mientras nado en tu mundo. La desinformación mueve al mundo y la comemos ahora y nos divierte y nos muestra cómo, paso a paso. Enséñame cómo lo hace. Todas las canciones que solíamos cantar deben hacerse realidad ahora… enséñame cómo….

Cenizas y flores abundan en la tierra. La muerte y el renacer nos llaman sin querer, nos matan y nos hacen revivir sin razón. Ese tipo idiota gastando su vida en pedas y drogas y mujeres, se lamentará. Porque Cristo es el camino, y todos debemos ser golpeados a muerte y crucificados…. Nadie pagará… todos serán devorados.

Pocos bebemos frente al teclado. Por lo general se socializa o se busca una nalga para un acostón. Cuando el gallo canta, su conciencia se esconde para no confrontar su moralidad o sus enfermedades. Todo es fácil. Dancen niños. Mueran sin hacer nada. Abdominales de whisky, lagartijas de tequila, sentadillas de vodka. Pasos de poder en marihuana que no salvan de nada, alimentan al dragón.




¡MUERTOS! ¡TODOS MUERTOS!
¿Y YA LO VIVIDO QUE?
SE FUE… POR MIERDAS…. POR ESO…
¡¡¡Y AHÍ VOY YO!!!
¡¡¡PREDICADOR DE NADA!!!

Misteriosamente se deslizan con colmillos, con la bandera de la noche, con la luna en sus pechos…

Preguntándose
Advirtiéndose
Cuidándose

Abalanzándose sobre cada carnicería y puesto de revistas que topan al decir que nada vale. Y destrozan flores que nos pueden desgastar de manera hermosa con su rabia e incomprensión. Perros de tiesos dedos que no saben nada del estado de ánimo, a pesar de que su dueño lo sepa del todo.

Hay cosas que fastidian debido a su antigüedad. Como las costumbres. Y los berridos de un tipo vestido de cuero. Escuchas un quejido, un sonido a tu izquierda, justo en tu oído izquierdo. Muerde tu oreja y babea. Así es como debe  de ser, escupiendo tonterías para entretenerte y que mañana digas que no pasó nada.


 Vuélvete zurdo. Satán es zurdo ¿OK? Si hay alguien en tu cuarto y no lo ves…. Saca todo el dinero que tengas, quítate los calzones, ofrece tu bebida… vende tu alma… ÉL viene sólo a divertirse un rato… contigo… a lo mucho, querrá comprensión, pero es difícil comprenderlo.

La piel se sublima, sortea la experiencia, la hace evidente.

Yo no podré ser tuyo niña. Te has enamorado del tipo equivocado. Soy el tipo que sube a las palmeras y tira cocos a la cabeza de la gente mientras ve el clima cambiar. Mientras, Atlantis sube su nivel y ahoga a los bípedos que con corbatas e industrias subsiste. La venganza del dios Poseidón es pronta. Como yo lo sé, bajo y cojo con sus hijas las sirenas. Llevo un six y una docena de poemas para mostrarles como es la cosa acá arriba. Los leen. Beben poco, no aguantan mucho. Para mi no es necesario salir a tomar aire. Ellas lo proporcionan, en sus besos, provenientes de su pecho, que sustenta un par increíble de senos que nunca amamantarán al hombre. Aquel que escuche el canto de la sirena, sucumbirá ahogado…

La familia necesita comer, esqueletos y carne frescos, con alma aún.

Estuve con alguien más para que me ayudara  a encontrarme y me dejó

No lo recomiendo

Suele pasar que la gente esté más perdida que uno.

Me gustaría tener una maquina de escribir y un cuarto donde pudiera golpearla hasta la muerte. Claro que ella ganaría, pero al menos, me gustaría cansarla

¡Estoy entrenando justo AHORA!

Una onda sónica mueve tu cerebro, lentamente.

Mi nombre es Mud.

 Te tiras un pedo mientras el detective ve el cadáver en el cuarto.

 Quieres fumar, no hay cigarro.

Hay huellas de pies con sangre en el techo.

 Mi nombre es Mud.

Los ángeles fuman mariguana mientras dios duerme la siesta.

¿Cogen entre ellos? ¿Hay angelitas?

No sé, nunca las mencionan. Tienen culos tan redondos y celestiales que no importa.

Mi nombre es Mud.

Distorsionado al punto de hacer sangrar las paredes. El eructo del alma ve letras. Las describe. Las escribe. Seco, seco seco, seco, seco seco, seco….

Mi nombre es Mud.

La fiesta va menguando.

Marte se postra alcoholizado mientras la luna lo observa.

Venus es propiamente follada por el Sol.

Los demás planetas se alejan.

A mi sólo me queda una cerveza mientras corre el Nortec (no es tan bueno como dicen esos gusanos esnob eeehhh, ¡ojo!)

Arabescas y lejanas se muestran las noches. Las cuerdas muestran el camino a seguir. El ritmo constante es el de nuestros corazones, dándonos la verdad, lejos de la razón.

Espacio y punto y  coma al relatar la historia de un príncipe que no podía hablar. Mudo, sin cuerdas vocales. Solo danzaba con los dedos por ser paralítico. Sus dedos en movimiento hacían bailar  a la nación entera, hacían caderear a la luna. Con solo un secreto ¿sabes cuál es? El secreto es…

Veo números toscanos, eminentes. Me pregunto si me tienes.

¿Has de venir a pelear conmigo hasta mi puerta? ¿Enfrentarás al dragón que no escupe fuego pero que sabe tocar el violín?

COBARDE…. Cállame… bota el cerrojo y mira a mi alma mientras se desnuda… suavemente… me despojo de ojos, boca, oídos, piel, huesos y sentido… ¿estás listo para ver el resplandor que esconde bajo las sabanas? ¿Estas listo para verme encontrándome antes de que sea tarde? ¿Antes de que me oculte y me desvanezca?

Hay por lo menos 3 seres vivos que se preguntan qué pasa conmigo en la madrugada del viernes. Pero todos duermen antes de los fuegos artificiales. Ellos me dan la libertad y las facilidades. Me gustaría verlos furiosos en la puerta y darles un resultado. Sólo para tener algo más interesante que contar.

Dame un motivo
Es mejor bailar
Al son del diablo
Y sus caderas
Mientras todos están cansados
Y él baila con su espíritu

¡COCOS LOCOS PARA TOS EN EL MUNDO!



¡Aflojen su postura!
¡Al ritmo de su SEPULTURA!
¡¡¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

El de los cuernos no se exhibe ante cualquier llamado
Lo hace por necesidad
O  una seria provocación.

Para qué te cuento, medio lo conozco…

Perdiendo el blanco espacio, antes que la autoridad venga por mí y el cielo me aplaste como condena. He de decir que no me arrepiento de nada, porque es un acto inútil. Que se arrepientan las estrellas por nacer y por arder en llamas y el sol por salir diariamente (una palabra humana como todas). Yo me lamento por ser tan débil y no comprender, pero tener la noción de que solamente somos solamente puntos y comas.

No hay mañana, pero está a punto de amanecer para todos. Un nuevo principio, y a comenzar otra vez… Mierdas… olviden por completo, o dejen de recordar.

Y el insomnio viene a mí, debajo susurra secretos. Me hace sentirte cual fantasma lejano eres. Y todo esta mejor que cuando nos conocimos. Abre la puerta y enfréntate a este monstruo que te dice “¡¡¡ACERCATE!!! ACERCATE!!!”


Si hubiera nacido de otra madre, no sería tan afortunado, tan desgraciado…. Con esta dolorosa piel que lastima, y arde y nadie comprende…. Solo sienten compasión…. ¡JA! Y yo me río de ustedes, envueltos en su vanidad, compadeciéndome…PENDEJOS…

¡Voy un paso adelante en el sufrimiento y en la vanidad!

¡¡¡ESCUCHEN MI CANCIÓN!!!!  

¡¡¡TODOS PUTOS CONVENCIDOS DE LO QUE LES HAN ENSEÑADO!!! 

¡¡¡TODOS JOOOOOTOS!!!

¡¡¡TOOOOODOS MARICAS!!!!

Vengan a buscarme, no me escondo, aquí estoy…

Encuentro la canción de cuna que nunca escuché. Me la enseñaron las estrellas en mi primera noche fuera sin mis padres. Había una montaña y un montón de gente. Y me aconsejó, me dijo… “van a buscarte, van a abusarte” y no tenía idea de lo que significaba.

Siempre fueron dueños de mi imaginación. Para qué negarlo. La tele, los cuentos, la religión... Benditos (malditos) sean los libros esperando al otro lado de la frontera donde los sueños no se venden.

Te voy a usar y te voy a abusar porque no hay nadie dentro…. Aquí… dulces sueños.

Cuando escucho esa canción, me dan ganas de llamarte. Y hoy lo hice.

-          ¿Bueno? –
-          ¿Esta B.? –
-          No ¿quién le llama?
-          Esta B. –
-          NO, ¡¿QUIÉN LLAMA?!

TÚ TU TU TU TU TU TU

Y colgué…. Y seguías sonando TÚ  en el teléfono…

Cuando éramos humanos, nos besamos y no nos comprendimos. En sueños fuimos títeres, y fui tu esclavo… ¿eras tú quien jalaba las cuerdas?

Pocas veces acepto lo que siento en realidad… por eso detesto la sonata de la realidad.

Me siento débil, un farsante…

No soy quien todos creen…



Tú eres una pequeña figurilla que maneja mi antojo…
Pero cuando tú te vas ¿quién puta madre soy?
Sólo el resultado, no levantes la voz.

Estas son palabras para dos… olvidando al autor

Ok tres…

El cuerpo de la madrugada dando brillo  al corazón. Sin que nadie sepa y que todo esto tenga que ser un secreto

Esto es la peor actuación

Debemos acudir al hada verde…

Nadie se enterará

Vas acabando con  todo mientras acabas con tus propias uñas de más de 7 tomas… una es tuya, una es Della… las demás no sabes, bueno, si sabes….

 ÉL sólo SUPERVISA y aprende de lo que dejan todos, tiesos y fríos….

¿Qué mejor que hacerlo frente a una multitud?

DESGARRÁNDOSE, SALVÁNDOSE, REGOCIJÁNDOSE, RESUCITÁNDOSE…
No manejo el vuelo del águila ¡pero nací hecho para esto!

Sé paciente… sé el paciente…

La primea vez que escuché la música que toca el alma, un ejército invisible se me vino encima y convirtió el mundo en algo lateral. 45 grados a cada lado… la gente no se veía humana… trepaba por las paredes de los costados…

Posteriormente había un doctor encima de mí diciendo, ” aguanta”…

Clavaba una aguja de mi rostro a mi nariz… me decía a mí mismo: “Esto tiene que ser así, no hay nadie que te salve, tendrás que esperar…”

¿Tengo que estar aquí y sentirme solo y roto?

Ésta es la forma en la que he elegido ser, por hoy…
Se paciente…

Cuando uno cierra los ojos, escucha mejor.

Se paciente…

Voy a esperar…

Esperar…

07/07/08 2:40 a.m.


Si pones atención, si callas un poco y no te dejas llevar por la imaginación, durante las madrugadas puedes escuchar los lamentos de Dios. Suenan como una gaita acelerada que se sintoniza, más bien, algo así como una canción de festejo.

 Los enemigos del estado aún no han terminado con él.

El sexo frío y auto suficiente que dicta el hambre de los pueblos, dando las mordidas en forma de noticias, lamer, notar, percatarse y hablar de más. Los desobedientes nos sentamos y observamos a los que luchan obedeciendo siempre a alguien. Sin importar la bandera, la creencia, el odio o la paz, siempre obedecen a alguien.

Devuelve el yunque la mortuoria frialdad de la conservación del todo.

Seremos lastres hasta el final de la comida: nuestra última cena será un leopardo a la campirana.

 La sangre fresca escurriendo por nuestras mejillas.

Nos alimentaremos de él, ciudades enteras.

Las bestias al pié del cañón se tocan el corazón y compran el tiempo restante.
Una sabana cubierta de nieve son sus cabezas. Una cruz con Cristo crucificando a alguien más, es su moral.
Muchas veces no me gusta lo que veo.
Muchas veces pienso que podría hacerlo mejor.

La idea no está tan mal, excepto que los tendones se tensan como arpa y los dedos se entumen hacia adentro retorciéndose en orgasmos dactilares.

Nunca llego demasiado lejos, ni juzgo, ni peleo. Sólo me divierto mientras el alma me da cosquillas.

Busco a alguien que manifieste la belleza en mi cabeza y a veces nos acercamos un poco a la perfección de una idea pura, pero eso no siempre pasa.

Una mosca observa la aparición de las vocales y las sílabas. Se acerca y bebe de ellas.

Al sentir el amargo sabor vuela derrapando hacia otro lugar.

Da una vuelta de confusión y regresa a beber de las letras que se han secado. Ó a leer toda esta letanía.

Luego se para en mi nariz y me pregunta si soy yo el que ha escrito esto.

Le digo que no con la cabeza.
Ella me sonríe y me guiña sus 1000 ojos.

Al menos tengo público esta noche.

Los terratenientes y usureros se han apropiado de las nubes.

 Piensan cultivar cabezas de ángeles para poblar de nuevo el paraíso a la vieja usanza.

NO lo recuerdo muy bien.

Yo no soy el asesino.

Las voces que cantan por las mañanas repiten siempre el mismo himno hasta que despiertan a los trabajadores de sus sueños.

La máquina me dictó esta historia cuando la abandoné para describir su errático funcionamiento. Al darme cuenta, me había vuelto su mano derecha.

Un escritor se ha manifestado en la habitación y para nada soy yo. Me faltan muchas palizas y noches de insomnio y pobreza para siquiera revelar que escribo.