jueves, 29 de noviembre de 2012

29/06/08 1:37 a.m.


Hoy hubo un concierto de rock. Lo hicieron tipos casi obsoletos. Y no somos ni tan malos ni tan distantes.

Si hay que mentir, dime la mentira a mí. Quítate de encima el lastre. Miénteme a mí que siempre creeré. Salvaje amigo que me haces menos para ser más tú. Miénteme a mí, a ver si puedes.

Una sierra parte la cabeza de un servidor mientras ve las cosas de cera. SI, soy un monstruo, de manera natural, ¿De qué canción es eso?

Deja volar a tu amigo muerto que cabalga sobre un dragón con acné. Salúdalo desde lejos. Porque el no sabe lo que puede mostrar. Está aburrido como tú pero haría exactamente lo mismo que tú haces. Pobre del dragón que cabalga tu amigo…

Ellos terminaron y se fueron satisfechos a casa. Y a ti te ponen un teclado en frente. ¿Han hecho su lucha?  ¿Quién se siente más satisfecho?

El líquido espejo es redundante. Trata de reflejarte. Es muy absurdo escuchar el pasado. ¿Hay momentos, minutos, siquiera días en los que sientas que has hecho lo correcto? Mi perdedor favorito, mi promesa sin  cumplir.

Oh si, aquí vengo a verme al espejo. Si hubiera tenido el talento de ser bello, estas palabras no existirían. Amo mi horroroso rostro, con mis pústulas y granos, Mi faz roja. Mis remedios nucleares y el dolor, el ardor, todo por ser normal. Pero me conforto, dice Nietszche: “quítale a un jorobado la joroba y le quitarás los sesos”. Digo, no soy bello ni el mejor de los feos. Pero muchos me envidian, ¡JA! Esa mierda qué…

Busco cerrar memorablemente el día. De una manera, sucia y entonada. Fuera de la tierra, dentro del cielo.

Dulce ángel de sinceridad. Ya no eres nada pasando la frontera pero aquí te coreamos y te cantamos… y te extrañamos.

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