jueves, 29 de noviembre de 2012

14/07/08 12:02 p.m.


Alguien que me conozca nunca entenderá lo que digo. Por eso busco mi presencia en la mirada de los desconocidos.  Control, control, control.

Al revés. Debes ver el mundo al revés… olvida lo que has aprendido. Voltea a las montañas y nada en el cielo. Soporta el silencio, disfruta el silencio. Las pausas largas son sólo eso. Has con los demás lo que no quisieras que hicieran contigo. Sólo así conocerás el sufrimiento. Pásate de lanza para que el futuro te alcance y te haga cagada. De cualquier forma, lo bailado, ya NADIE te lo quita.

ESTA LOCA ANSIEDAD, ESTA ANCIOSA LOCURA, ESTA ESPERA, ESTA COSA QUE NO ME DEJA SEGUIR COMO QUISIERA. ESE GOZO QUE VIENE DE ULTRATUMBA.

Estoy cansado de toda esta mierda, de toda esta gente programada y sintetizada. Tal vez debería tomar un descanso. Hasta el salmón deja de nadar unos cuántos segundos entregándose a la muerte, a las fauces, a la corriente que lo conduce. Abre la puerta. “que dice mi mamá que si no le regalas una línea de azúcar”.

Se tumba la arena sobre el cuerpo, el cielo sonríe y miente, no es tan bonito como esperábamos. Siempre debes llevar una sombrilla para evitar los hoteles y los malos ratos. Todo el tiempo.

Ella duerme con la puerta cerrada, él escapó hacia la nada. ¿Qué podemos hacer por ellos?

Tirados en la calle, tomando el sol, esperando que cambie la situación. Si el dólar cae, yo no caigo.

El filo en la mano y la esperanza tatuada en la frente como un pequeño niño soldado que cabalga su caballo de palo de escoba; así me enfrento al infinito y al ahora, haciendo de la crisis mi estilo de vida, haciendo de la catarsis la cuestión.

 ¡Oh si mi amor! ¡Vamos a acabar con este mundo, saquemos a pasear un par de cadáveres a este campo de guerra!

Algunos bebemos y filosofamos mientras la madrugada nos hace viejos y la garganta se agota y late como un racimo de uvas vivo.

 Ella se planta en la puerta a exponer su mundo y nadie entiende lo que dice porque nadie quiere escuchar su sonrisa improvisada y temerosa mientras  camina a lo largo del pasillo lamentándose de la asquerosa vida que le ha dado el desierto que deslumbrante le dio a luz cuando una estrella roja y amarilla cayó a la tierra para cimbrar nuestros sueños enfermos.

Esa imaginación que raya las líneas y observa lo no contemplable, el cenicero lleno de colillas y muerte lenta, la redención y el no perdón.

Una nación hambrienta de cambio siempre se conformará con las sobras del buffet de los poderosos. Mientras sus niños corren en pastos verdes cuidados por tu tío, nuestros niños esperan la luz roja para comer una moneda. Y eso es tan falso como que yo estoy en medio y detesto a ambos, por mierdas, ladinos e hipócritas. Los compadezco, yo que estoy hundido hasta la nuca. Esos niños no son míos, que la sociedad se haga cargo de su abominación… tampoco pido que abran mi reja, hace mucho que la devoré.

Pinche vida que a mordiscos me acabas y que te regocijas viéndome. Pinche vida que eres todo lo que tengo por miedo a tener más. Pinche vida que dejo embarrada en las teclas con los codos apoyados en las rodillas. Pinche vida que te vas como el tren viene y las olas del mar que se van.

Pero yo venía a contar la historia de un niño de grandes ojos que casaba mariposas con un vaso de crema vacío. Al tocar el fondo, sus alas se pegaban y morían ahí, como tocando el paraíso, como si su fin hubiera sido ese.

-          Mamá ¿por qué se mueren?

No recuerdo la respuesta, a ella sólo le importaba mi sonrisa.

Ellos me detestan y no tiene respeto porque me gusta ver el cielo buscando brillos que no son estrellas. Triángulos de complot que buscan sobajar mi identidad. Nadie es lo que piensa. El detalle está en que yo soy lo que pienso.

¡Me persiguen! ¡El gobierno quiere mi cabeza! ¡La ciencia quiere mi cerebro! ¡Mi familia quiere mi presencia! ¡Ella quiere mi corazón!

¿Quién eres tú para señalarme con marihuana en mis dedos y mi conciencia pendiendo de mi hombro derecho? Si el fuego me escurre de la nariz y la mentira se regocija en mi estómago aniquilando la anestesia.

La mina de oro brilla ante la luna de la ignorancia rodeada de los cráneos que buscaban la riqueza en su esplendor. Dando saltos de agonía como ojos vigilantes y hematomas privados por una noche de exceso.

Dame el suspiro del fin del mundo. El Apocalipsis cimbrado en la banqueta y en los jardines y en las defensas de los coches. Una lluvia de agua bendita que salpique la mierda a nuestros talones mientras damos vueltas en círculos. Cualquier día es bueno para morir pero qué mejor que nadar para salvar tu vida mientras los cines se inundan y las oficinas se colapsan y las iglesias arden en llamas.

Dame un solo día para poder ver eso. Ver cómo todo se lo carga la chingada y ver como nuestros problemas son un juego de niños mientras nos absorbe el cosmos que pasado de copas destroza todo lo que hay a su paso

No puedo evitar sentirme mal. Solo quisiera que se dejaran de hacer daño. Que mi humor cambiara esta madrugada y que mañana todos sonriéramos hipócritamente apuntando nuestras cabezas entre sí con una banana 9 milímetros.

Hay que volar este cuarto en pedazos, provocar una tormenta de arena que te desaparezca, para siempre…

No hay comentarios:

Publicar un comentario